El luto llega
cuando uno menos lo espera, o aun cuando se le espera. Supongo que eso quería
hacer entender TBP pero no me voy a detener en eso, espero que ustedes mismos
lo hayan ya descubierto.
Mucho ha pasado
desde la última vez que una entrada escribí, y en sí de que escribí algo. Me he
dedicado a la vida y a las obligaciones. Sin duda me siento agotado, y supongo, con razón.
He estado trabajando en el diseño de
una fuente, he estudiado los BJTs de arriba para abajo –tanto que creo ya
vomitar la ecuación de la corriente de colector– y me he divertido un poco, me
he quedado más ciego.
El paro sin duda
ha hecho un antes y un después, y, aunque triunfamos, todos cabizbajos vamos
porque sabemos muy en el fondo que perdimos. Cuando la fiebre propia del alma,
en busca de su libertad, se alza, se une con las otras para formar una sola
estructura, un solo alma que busca libertad para todos.
Sin embargo,
pasada un poco esa fiebre, como es natural, los deseos despreciables –y no lo
digo porque sean pequeños, lo digo porque son asquerosos– vuelven a cada una de
las almas haciendo que la estructura se desplome de la misma forma que logró su
formación: Fugazmente.
Pero quizás duele
más, y más rabia, cuando se pretende que todo está perfecto y que aún aquella
estructura sigue en pie. Que aun cuando a capa y espada defienden sus intereses
particulares, nos hagan creer que son los del colectivo, y finalmente hacer lo
que Pink hizo, hacer lo mismo que odió que hicieran.
No entraré en
detalles, pero todos saben muy por dentro que el paro fue un fracaso y punto.
La reforma cayó, cierto, pero al final ese cierto no será tan cierto. El
gobierno jugó sus fichas, la MANE las suyas de la mejor forma que pudo, los que
no jugamos bien las fichas fuimos nosotros. No sé muy bien el porqué, pero creo
que tiene que ver con la fe excesiva con que pensamos en los que dirigían la
resistencia en nuestras universidades.
Pero no hablaré
del paro más, iba a hacerlo, pero cuando me di cuenta llevaba media hoja, una
fracción inútil porque aun un solo carácter dedicado a este tema es perdido. Al
final sólo me quedaré con un Pachito fascista y con un Pachito, aunque idéntico
al anterior, arrepentido, anti-fascista y con frases comunistas.
Mi bisabuela
murió. Mi madre me lo dijo, según ella se le apareció el alma de un amigo suyo
y le dijo la verdad, y efectivamente murió. Mi abuela era una de esas damas
antiguas. Campesina y humilde, pero de gran ‘corazón’ y carácter.
Aún la recuerdo diciéndome
cosas sobre su esposo, sobre su suegro y sobre su mamá. Sobre su paciencia y su
acople. Y aunque sí se enojaba, no expresaba la ira de esa forma tan absurda como
nuestra forma de expresar la nuestra, sino de una mucho más digna.
Solíamos ir hace
mucho tiempo a misa los domingos cuando ella se fue a quedar una temporada en
nuestra casa, para ese tiempo siempre después de salir de misa –y todo lo que
eso implica: que la hostia, que la oración, que la bendición, etc. – íbamos a
comer arepa con queso. Mientras tanto, ella como un CD rayado, me contaba sus anécdotas
de vida, las cuales en uno 80% eran con su esposo, el único hombre que amó.
Hablaba con mucha
pasión sobre él, se notaba que aun cuando llevaba mucho tiempo de muerto –murió
antes de nacer yo– lo seguía admirando y seguía sintiéndose orgullosa de haber
sido su compañía por años cuya cifra no diré porque no sé y no creo que en suma
importe.
Años más tarde,
en una reunión familiar, tediosa como siempre, la noté algo aprensiva y
enajenada; con voz tierna y también aprensiva le pregunté que en qué pensaba y
me respondió con una voz seca y resignada <<”Que me he quedado sola, ‘mijo’.”>>
desde ese día supe que ella ya quería morir, y que en ese caso no había más
nada que pudiéramos hacer.
Lo digo porque,
por más de que ella fuese la estrella de las reuniones familiares, era ella precisamente
la que menos intervenía en éstas; segundo, porque lo que ella quería era la compañía
de su ‘viejo’ cosa que sólo a través de la muerte podría obtener, según su
creencia cristiana.
Para mí ella
murió ese mismo día, supongo que ella ya había muerto antes, pero yo no me
había dado cuenta sino hasta ese momento. Algo similar sucede con Hamlet, si
bien es cierto él ya estaba muerto antes de morir en el penúltimo acto.
Mi madre con sus
experiencias paranormales confirmaba el hecho de ese encuentro de los dos
abuelos, lo cual es tranquilizador, por lo menos se podría decir que tenía ‘la
muerte asegurada’. Lo que duele es que haya tenido que sufrir una fractura de
cadera y una convalecencia total casi dos meses para conseguirla. Pero la
consiguió, y por mucho lo mejor.
Yo no lloro la
muerte de mi abuela, lloro el dolor de mi madre y mi abuela –es que la que se
murió es mi bisabuela, pero por costumbre nunca le puse el bis–porque por más de
que sepan, entiendan, y crean en lo que digo, su dolor se manifiesta inclusive
superpuesto a todos estos argumentos, lo cual es preocupante.
Cuando un
sentimiento se superpone a una razón, o a la razón en sí, o no tanto a la
razón, al sentido común, o bien a cualquier argumento que sea, es porque es
algo que trasciende, y eso es precisamente lo que me duele abismalmente.
Espero con
sinceridad que el dolor pase, pero que a pesar de eso el recuerdo quede.
Hablaba con BRQ sobre eso hace mucho tiempo, la verdad es que la tendencia a
olvidar a los muertos es el verdadero duelo que hay que hacer, y no el que los psicólogos
dicen, el de aceptar la pérdida.
Por otra parte he
estado más cansado que nunca. Todo esto me ha llevado a reducir mis horas de
sueño aún más de lo que ya las había reducido, y he estado apunto de enloquecerme.
Tanto que por un momento creí que había regresado a mi infancia y mis primas
seguían siendo esas niñas que, aunque groseras, eran divertidas y muy dulces
conmigo, sentí que me querían. Luego, de sopetón volví a la realidad y noté que
seguían siendo las harpías que son ahora, reí, aunque en sí me ego lloró.
Y no solo eso,
como aun tengo que entregar cosas, estudiar para parciales, tengo la cabeza más
fragmentada que mi disco duro. Si acaso siento que soy yo cuando pienso en BRQ,
y aunque sea lindo lo que siento, tanto que me hace sonreír, no evita que la
extrañe demasiado. ¿Dónde está ella ahora?
Pero hasta ahí no
van las cosas, se pone mucho peor, el cierre de Megaupload.com. Todas mis
subidas eran por ahí, mis descargas igual, hasta BRQ lo usaba para las fotos
geológicas, pero esto sólo demuestra el cambio tan drástico y ridículo que el
mundo está teniendo.
Recuerdo que Félix
en las reuniones del SEA siempre sacaba su espacio para concienciarnos de esto.
E yo, aun creyéndole, no sentía como él que el problema ya estaba siendo
catastrófico de proporciones bíblicas. Ahora sé que sí, y sé que es mucho peor.
No hay que dejar
que Internet sea un títere más, de ellos ni de nadie, es libre, todo mundo es
libre en la red y así debe ser para siempre. Yo trataré de mudarme a otro
hosting para no dejar de compartir, y si me han de encarcelar, pues que lo
hagan, ¿qué más da?
Ahora que lo
pienso, toda esa joda del 2012, si es que es, va a ser por la internet, no por
la economía. Hostia, ya se me está pegando la superstición de mi suegra. Lo
cierto es que me declaro parte de la resistencia, soy una persona común, un
estudiante, un filósofo, un loco, alguien que cree en lo justo y sabe
distinguirlo muy bien, y alguien que estará ahí acompañando y dando valor a
aquellos que creen en lo mismo.
Ahora que no
vayan a usar eso anterior como terrorismo, porque no lo es. Lo aclaro
enseguida. Terrorismo es censurar…. ¿pero qué podemos esperar de un mundo que
censura hasta la película ‘resumida’ de Yu-Gi-Oh!?
DFRA me preguntó
por qué se sentía enamorado de todas las mujeres de Neiva, a lo que respondí
con Niebla, libro que tiene la respuesta. Luego Cindy me preguntó que por qué
los hombres eran infieles, cosa que no quise responderle en el momento. Siento
que la pregunta es la misma, sólo que quizás la otra lleva una componente compleja.
Cybernautas,
recuerden: “Together we stand, divided we fall!”